CARICIAS DE HIELO de Nalini Singh

Los protagonistas de esta historia son Brenna Kincaid y Judd Lauren. 

Lo diferente y la novedad de este libro es que la mujer es la cambiante y el hombre es el psi, al contrario que en los demás, y ha sido un cambio muy bueno y muy bien hecho. A mi me ha encantado y, si puede ser, me ha tenido más enganchada a su lectura. Más que leerlo lo he devorado y en un solo día, claro, fue lo único que hice ese día jeje

Brenna es una loba del clan SnowDancer que ya conocimos en el primer libro, fue secuestrada por el psi asesino y psicópata que la torturó brutalmente, nadie esperaba que sobreviviera y mucho menos que se recuperara tan rápido pero lo ha hecho, tal vez demasiado rápido… Y está teniendo problemas, la pobre mujer aunque tiene una fuerza increíble está destrozada por dentro, también es demasiado orgullosa para reconocerlo, y encima está teniendo sueños extraños, pesadillas violentas y oscuras que no la dejan dormir. Solo se derrumba con el único hombre que menos podría ayudarla, Judd, un psi al que apoda el Hombre de Hielo, pero aunque frio y distante con ella es diferente, permite que le toque y Brenna se refugia muchas veces en él, pero no puede darle lo que ella necesita y ella, terca como una mula, solo quiere estar con él. Por su parte Judd deja que Brenna se le acerque porque sabe lo que sufre, sabe por lo que ha pasado, estuvo con ella en sus sesiones de recuperación y sin quererlo se ha creado un vínculo entre ellos y él es incapaz de rechazarla, de ser tan duro y frío con ella como con los demás, de dejarla sola y desprotegida, menos aun cuando siente que están en peligro. Pero Judd es diferente a los demás psi, su poder es letalmente peligroso y las garras del Silencio le tienen profundamente atrapado, tanto que cuando Brenna le toca siente dolor, y cada vez que ella se acerca más y él siente algo el dolor aumenta en intensidad, y aunque él no puede ni quiere romper el Silencio, porque su poder es demasiado fuerte y peligroso y necesita estar bajo un férreo control, tampoco puede ni quiere alejarse de Brenna, así que sufrirá en silencio, y sufrirá mucho, por tenerla cerca y protegerla. Hasta que el Silencio empieza a resquebrajarse y el dolor acabará matándolo, destrozará su cerebro lentamente, ya ha empezado y si no consigue detenerlo morirá, debe tomar una decisión: escapar del Silencio poniendo en peligro a todos por su poder o dejar para siempre a Brenna.

Mientras tanto hay un asesino que va tras Brenna y no parará hasta conseguir acabar con ella porque en el momento en que ella recuerde su secuestro y le vea a él en sus recuerdos será sentenciado a muerte y toda la manada le buscará para hacerle pedazos. También volveremos a tener muy presente al Consejo, seguiremos presenciando sus reuniones y sus debates, son malvados y odiosos, y dan miedo, esta vez ya no se andan con juegos, han planeado acabar con los cambiantes y les van a atacar hasta conseguir destruirles, pero los animales no son tan tontos como los psi piensan y sabrán defenderse. La guerra entre cambiantes y psi ha empezado y va a ser brutal. Además una nueva amenaza aparece para el Consejo, lo llaman el Fantasma, que intenta destruir sus investigaciones, sus laboratorios y hasta matar a sus mejores científicos para retrasar la creación de un dispositivo que los psi están creando para meter en el cerebro de los de su raza nada más nacer y así someterlos al Silencio, además de al absoluto control del Consejo, sin opciones a escapar jamás. Judd también tendrá algo que ver en los intentos por detener al Consejo. Como veis hay muchos frentes abiertos en este libro y van a pasar muchas cosas y muy importantes, es una lectura adictiva. Y no creáis que los DarkRiver se quedarán de lado porque seguirán apareciendo de vez en cuando, ahora más que nunca los cambiantes tienen que estar unidos.

Este libro me ha gustado muchísimo, me ha tenido pegada a sus páginas como si no hubiera un mañana, y Judd me ha enamorado, estoy completamente loca por él. Es un personaje masculino perfecto e inmejorable, de esos que te roban el corazón con su dureza, su oscuridad, pero también con su ternura, su tierno corazón que está ahí aunque él no lo sepa. Y Brenna es una gran mujer, fuerte, terca y obstinada, valiente y orgullosa, pero también sensible y sufre mucho y tiene mucho miedo, tendrá momentos en los que recaerá pero siempre se levantará con fuerzas renovadas para seguir luchando, luchará por sí misma y también por Judd, por conseguir derretir al Hombre de Hielo. Hacen muy buena pareja. Y aparte del romance también la historia tiene sus puntos fuertes en las otras cosas que suceden: el asesino, la guerra entre cambiantes y el Consejo, el Fantasma… habrá peleas, intentos de asesinato, violencia, interrogatorios, secretos peligrosos… Vamos, que es imposible aburrirse con este libro, lo prometo.

Lo mejor: TODO, pero si tengo que elegir me quedo con Judd ♥

Lo peor: Sinceramente, NADA.

PUNTUACIÓN: 4`5

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“Ya no soy una niña”

No, no lo era. Y él tampoco era su protector. No podía serlo, cuando más se acercara a ella, más posibilidades había de que le hiciera daño. El Silencio había sido inventado para aquellos como él: asesinos brutales y locos peligrosos, aquellos que habían convertido el mundo de los psi en un infierno empapado en sangre hasta el punto de que el Silencio se había convertido en su mejor opción.

En cuanto rompiera el condicionamiento se convertiría en un arma cargada y sin seguro puesto. Esa era la razón por la que jamás haría lo que Sascha había hecho: ponerle fin al Silencio en su mente. Pues era lo único que mantenía al mundo a salvo de lo que él era… lo único que mantenía a Brenna a salvo.

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- Nikita tiene razón – dijo Ming de forma inesperada – Además, aunque Brenna resulte interesante desde un punto de vista científico, estoy seguro de que ninguno de nosotros planea duplicar el proceso.

- No – repuso Tatiana – Los animales deberían seguir siendo animales. En cualquier caso, puede que las alteraciones de Enrique pongan fin al asunto por nosotros.

- ¿Cómo? – inquirió Marshall -  No podemos arriesgarnos a que los cambiantes descubran el proceso e intenten utilizarlo.

- El cerebro de la chica no estaba preparado para lo que Enrique intentaba llevar a cabo – explicó Tatiana – Puede que simplemente implosione como resultado de la presión interna.

- Y la hemos puesto en marcha un plan para ocuparnos de problema que suponen los cambiantes – les recordó Ming – Sugiero que esperemos a que dé sus frutos. Aunque el cerebro de Brenna Kincaid logre sobrevivir a la presión, muy pronto estará muerta… junto con el resto de su clan.

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Judd deseaba tocarle el cabello, que tan suave y sedoso parecía. La disonancia aumentó un grado, pero no era nada comparado con lo que había soportado cuando era un niño de diez años bajo la custodia de los instructores del escuadrón. Habían aplicado electrodos modificados en las partes más sensibles de su cuerpo, le habían inmovilizado con correas y procedido a enseñarle el significado de dolor.

Había tardado solo una semana en aprender a dejar de gritar, otras cinco en dejar de desmayarse. Cuando cumplió once años podía ver como le rompían un brazo sin reaccionar.

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