8/4/12

Frases 11. Aguas Oscuras

Capitulo 15 - Página 183

Cuando se vuelve hacia mí, su expresión me desgarra por dentro: traición pura. Vergüenza pura. Detesta que yo sepa lo que ha hecho. Aprieta los puños y afila la mirada, y no acierto a distinguir si lo que veo en ella es dolor o rabia. Solo sé que veo al lobo que lleva dentro.

- Tess, márchese – dice el señor Marlowe – Rápido.

¿Está protegiendo a su hijo o a mí? Sea como fuere, noto un escalofrío en la nuca. Me doy la vuelta y salgo disparada al pasillo. La puerta se cierra detrás de mí con un golpe seco. Ignoro quién la ha cerrado, y me marcho sin mirar atrás.


Capítulo 15 - Página 184

Desde que sentí por primera vez la mirada del cazador, cuando embarcaba, he estado buscando a alguien que me rescate. Hasta entonces me había creído tan fuerte y tan lista, con mi bolsita de dinero como salvación. Ahora comprendo que no sabía nada del mundo, nada de los horrores que entraña, con excepción de algo que ahora se me antoja más rea que nunca: nadie será capaz de salvarme si yo no lucho con todas mis fuerzas por salvarme a mí misma. Y para eso tengo que decidir en quién puedo confiar. Tengo que decidir qué puedo creer.

Me vuelvo hacia el este y, entornando los párpados, contemplo el sol de la mañana


Capítulo 20 - Página 236

- ¿Qué importa quién me deja escapar? Mientras pueda escapar, mientras sea capaz de hacer lo que hice anoche, seré un monstruo.

Se está flagelando por algo que no pudo evitar. ¿No es su angustia lo bastante desgarradora ya? Acallo su culpa de la única manera que sé. Besándole.
Eso hace saltar una chispa entre nosotros. Enciende una mecha. Alec me besa con tanta urgencia que apenas me deja respirar. Tiene una mano en mi nuca y la otra en torno a mi cintura, lo que me impide apartarme. Y tampoco quiero. Le retiro el cuello del batín, impaciente por ver más centímetros de su piel desnuda, por acariciarla, besarla.
Cuando nuestras bocas se separan, casi me falta el aliento. Alec restriega sus labios contra mi mejilla, contra mi sien.

- Mi dulce Tess. Mereces mucho más de lo que yo puedo darte. Mucho más que un monstruo.


Capítulo 24 - Página 281

- No eres ningún dios – replico – Caminas a cuatro patas y hueles a perro. No es eso lo que yo venero en la iglesia.
- Eres tan ignorante que ni si quiera sabes reconocer a un dios. – Mijail se acerca un poco más. Su cuerpo musculoso lo convierte en otra clase de muro que no puedo sortear. Miro a los lados con la esperanza de que aparezca alguien y se vea obligado a retroceder, pero esta zona de primera clase no dispone de camarotes, solo de servicios como la pista se squas. – Tú no ves más que la forma de lobo. No conocer su realidad, el sufrimiento de la transformación y la maravilla de saber que tu cuerpo y tu mente son capaces de convertirse en algo que no es humano. Que es más que humano. Nosotros desafiamos a la muerte. Desafiamos la prisión de nuestro cuerpo mortal. Desafiamos todo aquello que rige a los patéticos humanos como tú.
- Pero no tienes nada mejor que hacer con tu tiempo que hostigarnos – Cruzo los brazos. Aunque estoy aterrada, me niego a mostrárselo – Vuelve a gobernar el universo desde el Olimpo o lo que sea que hagáis los chuchos. Si me haces daño, no tendrás nada que ganar y todo que perder.




2 comentarios:

  1. Me han entrado ganas de leer el libro, muchísimas, y es que los licántropos son de mis personajes favoritos. Voy a comprarme el libro!!!
    Un beso!!

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  2. Lo quiero!!! Has logrado convencerme.. lo voy a comprar jeje un besin

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