Capítulo 8 - Página 88
- ¿Acaso siempre ha sido así? – pregunté, clavando la vista en el techo - ¿Los Guardas han dispuesto de los Vigilantes cuando se les antoja? Y no sólo como sus guerreros...
- Depende del Guarda, Efron tiene gustos exóticos. Anoche lo comprobaste, sin duda. – dijo en todo brusco pero resignado.
- Así es. – Cerré los ojos.
- Pero tenemos el deber de servirlos. Los sitios sagrados no deben ser tomados por los Buscadores. El mundo cuenta con ello y los Guardas nos proporcionan el poder necesario para proteger los sitios – dijo en voz baja – No podemos cuestionar a los Guardas, Cala. Incluso aunque algunas características de nuestros amos nos disgusten.
- Lo sé – Me moví hacia él, quería formular preguntas que no debía hacer.
Capítulo 9 - Página 100
- Según cuenta la leyenda, el primer Vigilante fue creado por un Guarda caído en el campo de batalla. El Guarda herido se ocultó en el bosque, débil y próximo a la muerte. Pero apareció un lobo que le trajo comida y mantuvo a raya a los demás predadores del bosque. El Guarda logró vendar sus heridas y el lobo siguió proporcionándole alimento. Cuando el Guarda se curó, le ofreció al lobo la oportunidad de convertirse en Vigilante, medio humano, medio lobo, imbuido de la antigua magia. A cambio de la lealtad del lobo y de su eterno servicio, el Guarda siempre cuidaría de los Vigilantes y de sus familias. Ése fue el primer Vigilante y desde entonces hemos sido los guerreros de los Guardas.
Capítulo 33 - Página 341
(Aviso: puede contener spoilers del final)
No podía pronunciar palabra. Los ojos se me llenaron de lágrimas y di un paso atrás, pero Ren me abrazó.
- ¿Lo amas?
- No me hagas esa pregunta – respondí. Sentía un ardor en los labios y ahora esa mentira los hacía arder aún más. – No se trata del amor. Se trata de sobrevivir.
- No, Cala – dijo bajando la voz – Solo se trata del amor.
Y entonces me besó. Sus labios acariciaron los míos, sus manos me tocaban y me suplicaban que me quedara. (...) Cuando Ren me soltó, reprimí un sollozo y me di la vuelta. Antes de desaparecer entre los árboles, el lobo gris marengo se detuvo unos instantes y volvió la mirada hacia atrás. (...) A mis espaldas se oyó el bramido solitario de un lobo. El aullido resonó y se elevó hacia la luna llena, un lamento que expresaba una pérdida y un dolor irreparables.
LA PESADILLA DEL LOBO
Capítulo 29 - Página 317
“Esto solo se trata del amor” ... Él estaba allí fuera. Solo. Esperándome en una casa donde los únicos bienvenidos eran los fantasmas de nuestro pasado. Al contemplar las ruinas de la vida que podríamos haber compartido supe que ahora ya no se trataba del amor o de Shay o de los Buscadores. Se trataba del sacrificio... y de la redención, de una pérdida que tal vez cobrara nuevo sentido. La esperanza. Una segunda oportunidad. Ren podría ayudarnos a ganar esta guerra. Juntos lograríamos que la sangre, la tristeza y el dolor merecieran la pena. Sabía que no podía volver a abandonarlo. Ni ahora ni nunca. Incluso si significaba sacrificarme a mí misma.
¡Que preciosas frases! La de la Pesadilla del lobo ha hecho que me den ganas de coger la novela y leermelo a la de ya!! jeje.
ResponderEliminarUn besote enorme guapaa
Quiero leer La Pesadilla del Lobo!
ResponderEliminarBesos n.n
Quiero leer el primer libro de la saga!! "Sombra Nocturna"
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