Waylander de David Gemmell

Saga "Ciclo de Drenai" - Primer libro

Tras el asesinato del rey, Drenai es devastada por el implacable Imperio Vagriano y los últimos reductos de su ejercito resisten al borde de la aniquilación. Sólo si se encontrara la Armadura de Bronce existiría alguna esperanza de victoria, pero la búsqueda es encomendada al hombre que acabó con la vida del rey y que propició en inicio de la guerra: Waylander el Destructor.

Waylander el Destructor, el príncipe de los asesinos. Sólo por casualidad podrían capturarlo, pues no tenía hogar, sólo una lista aleatoria de contactos que lo contrataban en una veintena de ciudades. Aparecía en la oscuridad más profunda, acordaba el contrato o cobraba sus honorarios y partía antes del amanecer. Siempre perseguido y odiado, el Destructor se movía entre sombras, rondando los lugares oscuros.

Este libro cuenta la historia de una guerra sombría, de la aniquilación de una raza pues seguramente quien pierda jamás será recordado, se perderá en el olvido de la historia. Conoceremos sus estrategias, les veremos luchar hasta el último aliento, ganar y perder. Seremos testigo de sus miedos, de sus lealtades, de su valentía y honor, de sus ambiciones y, sobre todo, de su vida y su muerte, de su último aliento. Vagrianos contra Drenai, el bien contra el mal, salvajes y despiadados asesinos contra una civilización que intenta sobrevivir a su maldad.

Pero también es la historia de un hombre, de un asesino a sueldo que no tiene piedad ni remordimiento, es letal y brutal, imparable e invencible... le llaman el Destructor, le llaman Waylander, pero su verdadero nombre es Dakeyras. Él inició la guerra y él será uno de los puntos clave para que finalice, con la victoria de los Drenai, porque si ganan los Vagrianos el mundo estará condenado.

- Diría que morir por las ideas propias es el coraje máximo – Replicó Dardalion.

- ¿Coraje? – rió Waylander – No hace falta coraje para morir, sino para vivir.

Waylander es un hombre de aspecto cruel y peligroso, con un carácter arisco y solitario, ha olvidado que una vez tuvo una familia, ha olvidado que una vez fue un buen hombre, que conoció el amor y la felicidad, ahora vive atormentado por su pasado, envuelto por su oscuridad, y las únicas palabras que reconoce son dolor, sangre y muerte. Fue como si le arrancaran su alma cuando mataron a su familia y desde entonces ha estado vagando por el mundo, sin rumbo y sin sentido, matando por dinero, perdido y solo. Se podría pensar que no queda esperanza para un hombre como él...

Hasta que rescata a Dardalion, un sacerdote de la Fuente, y a Danyal, una mujer perdida en medio de una guerra que protege a tres niños inocentes. Waylander acaba, sin saber cómo ni por qué, haciéndose cargo de todos ellos, velando por su seguridad y se dará cuenta de que su alma no está del todo muerta. Y después de salvarlos se embarcará en una misión tan peligrosa que es casi suicida: encontrar la Armadura de Bronce y entregársela a Egel para que los Drenai tengan alguna oportunidad de ganar la guerra, pero no será fácil, sobre todo si va acompañado de un mercenario que tiene pensando cobrar la recompensa por su cabeza, y además La Hermandad le persigue, también un grupo de salvajes Nadir y un asesino a sueldo tan despiadado y letal como él mismo, todos buscan acabar con su vida.

- Si, he visto obras de teatro. El héroe tiene cabellos dorados y una capa blanca. Bien, yo no soy un héroe, mujer; soy un hombre atrapado en la red del sacerdote. ¿Crees que ha quedado mancillado? Pues yo también. La diferencia es que él necesita mi oscuridad para sobrevivir. Pero su luz me destruirá.

* Pequeño apunte, para que nos entendamos mejor ::

La Fuente :: Es el Dios al que los sacerdotes entregan sus vidas, es bondad; paz y amor, es la luz de la vida, la salvación del alma...

La Hermandad :: Ellos son lo contrario a los sacerdotes, ellos rezan y viven por la oscuridad, por la muerte y la destrucción. Son asesinos despiadados que sólo buscan el caos, son místicos que leen la mente y roban almas en la oscuridad de los sueños.

Los místicos :: Son personas, muchos de La Hermandad o sacerdotes, que tienen poderes mentales que les permiten leer mentes, controlar la voluntad de los demás, salir del cuerpo con su alma y volar libremente por el mundo...

Se podría decir que la guerra es el tema principal del libro, la veremos en su forma más realista y brutal, tanto que a veces te pone los pelos de punta. Veremos la muerte y la destrucción, las enfermedades y el sufrimiento que una guerra trae consigo, y no solo conoceremos el punto de vista de Waylander, sino que tendremos la oportunidad de hacer este viaje junto a muchos otros personajes importantes, que marcarán un antes y un después en la guerra. Algunos son estos ::

- Dardalion, ese sacerdote que es rescatado de la muerte y la tortura, es un místico y también será un revolucionario, convirtiéndose en un guerrero; en ambos mundos, para luchar contra el mal y salvar a los inocentes, aunque empuñar un arma o hacer daño a cualquier ser vivo vaya en contra de La Fuente. Sus decisiones y actos serán trascendentales. Verlo luchar será alucinante, todo un espectáculo. Y también planteará varios dilemas morales, ¿está bien matar si es a gente mala? ¿está bien luchar y manchar tus manos con sangre si es para proteger a gente inocente? ...

Furioso, Dardalion desenvainó sus espadas y atacó. Los cinco guerreros no lo vieron hasta que estuvo sobre ellos, y dos se desvanecieron en el olvido cuando atravesó sus cuerpos astrales con las espadas de plata.

- Gellan, es un antiguo amigo de Waylander cuando él todavía se llamaba Dakeyras, es un oficial de la Legión Drenai, es un buen hombre y un gran guerrero, invencible con la espada. Luchará por sus hombres hasta el último aliento, nunca se dará por vencido.

- Karnak, otro oficial de la Legión Drenai, un gran guerrero grande y corpulento, es admirado por todos sus hombres, es muy ambicioso y orgulloso, prepotente y autoritario, quiere ganar y quiere la gloria eterna, pero también es leal y honorable, y un buen estratega aunque a veces se arriesgue demasiado.

- Durmast, es un asesino a sueldo como Waylander, le acompañará a buscar la armadura para ayudarle a recorrer y salir vivo del salvaje territorio Nadir, en el momento de la verdad tendrá la vida de Waylander en sus manos y Durmast tendrá que elegir: el honor o el dinero.

Pero no todo es lucha y muerte, incluso en la guerra puede hacer un hueco para la esperanza y el amor, y aunque no se profundice en ello, el amor tocará a Waylander.

- Danyal, la mujer que rescata con los niños, al principio ella le temerá y le odiará, se repelerán mutuamente, pero cuando vea la verdadera alma de Waylander no podrá resistirse a él... Aunque me parece un amor poco creíble y precipitado, además de innecesario, pero bueno... tiene sus buenos momentos... lo que sí me ha gustado es ver su amistad y como crece su confianza, el tiempo que pasan juntos, ella nos mostrará el lado más tierno y vulnerable de Waylander.

Danyal y Waylander hicieron el amor lejos de las carretas, en una hondona resguardada. La experiencia trastornó a Waylander. (...) Sentía la necesidad de estar más cerca de Danyal, de absorber en cierto modo el cuerpo de ella en el suyo, o quizás de perderse en su interior. Y por primera vez en muchos años había dejado de ser consciente de los movimientos a su alrededor. Se había disuelto en el acto amoroso.

Y volviendo al tema principal, Waylander recorrerá un camino muy peligroso que podría costarle la vida, e incluso el alma. La mayoría del tiempo estaremos con él y le veremos ablandarse, conoceremos hasta el más perdido y oscuro rincón de su alma, nos reiremos con él y sus ocurrencias, a veces es un hombre muy cínico e irónico, pero también nos apenaremos con él, pues aunque la suerte le acompañe parece estar condenado a la desgracia. ¿Puede salvarse un hombre que ha causado tanto daño y sufrimiento? ¿Merece Waylander el perdón y esa salvación, una segunda oportunidad?

Muchos intentarán matarle, mentirle, robarle, traicionarle... pero con su astucia y su gran fuerza y valentía Waylander conseguirá sobrevivir, intentará redimirse, luchará contra viento y marea y solo la muerte podrá pararlo. Waylander es un gran hombre, y aunque halla cometido errores grandes e incluso tal vez imperdonables, es un héroe que finge ser un villano. Es un gran personaje.

- No puedo explicarte lo cansado que estoy. Es como si me estuviera hundiendo en arena movediza y mis amigos me ayudaran atándome rocas en las piernas. ¿Entiendes? Soy un asesino, mato por dinero. ¿Te parece romántico? Soy un cazador de hombres. Sin embargo, ahora me persiguen a mi... hombres, bestias, espíritus de las tinieblas. Según mi amigo Dardalion, con esta búsqueda sirvo a la Fuente. ¿Has oído hablar de ella? Pues bien, permíteme que te diga, amigo mío, que no es fácil servir a la Fuente. No puedes verla ni oírla, y desde luego no brinda ayuda para su causa.

Como conclusión final diré que me ha encantado leer este libro. Me he emocionado hasta dar saltos de alegría en la silla o llorar por la tristeza del momento, no es una lectura que te deje indiferente, te hace sentir, te absorbe entre sus páginas y te hace vivir una guerra llena de dolor pero también de esperanza, y conocer a Waylander a sido todo un regalo, como personaje es de los que no se olvidan, de los que te cautivan incluso con su rudeza y malas formas. Y los secundarios también son excepcionales. Tanto él como los personajes secundarios son muy importantes y creo que también son muy profundos, muy reales y convincentes. Los amarás o los odiarás, pero siempre te harán sentir algo por ellos.

PUNTUACIÓN: 4

- ¿Por qué te enfadas? – Waylander ahogó una risita, pero fue un sonido carente de humor - ¿Sabes qué te ha pasado? – preguntó el anciano – La Fuente te ha tocado, y esas son las cadenas contra las que te debates. Hubo un tiempo en que eras un buen hombre y conocías el amor. Pero el amor murió, y como nadie puede vivir con un vacío, tú lo llenaste no de odio, sino de indiferencia. En los últimos veinte años no has estado vivo, has sido un cadáver ambulante. Salvar al sacerdote es lo único decente que has hecho en dos décadas.

- ¿De modo que has venido a sermonearme?

- No, lo hago a mi pesar. No puedo explicarte qué es la Fuente. La Fuente tiene que ver con la locura, con una locura espléndida, tiene que ver con la pureza y la alegría. Pero fracasa ante la sensatez del mundo, porque la Fuente no sabe nada de la avaricia, de la lujuria, del engaño, del odio ni de ninguna clase de mal. Y sin embargo siempre triunfa. Pues la Fuente siempre da algo por nada: bien por mal, amor por odio.